Crónica 23

¡Y van cinco! Cuando llegamos al mediodía a Avilés con el colega Juancar, nada más salir de la autopista vemos al helicóptero de Protección Civil volando a baja altura por la cola de la ría (ver foto) y nos echamos a temblar. Al bajar al paseo, vemos las manchas recientes (ver fotos) y nos encontramos con técnicos que nos lo confirman: esta mañana un paseante llamó a la autoridad al ver una gran mancha oleaginosa pegada a la orilla de Baterias (como no). Pero cuando fuimos llegando todos la mancha se había disgregado mucho, tanto por el movimiento de la marea como del rotor del helicóptero. Este sería el quinto vertido en menos de un mes; pero viendo la patente marca que aún queda en las orillas (ver foto), me temo que debe haber nuevas replicas que nos pasan inadvertidas.

Lo que sí se está demostrando es que los vertidos se están produciendo los fines de semana: esto señala a desidia de los operarios de trabajan en Arcelor esos días, además de fallos en las depuradoras. Además, varios currantes nos dicen que toda la factoría está llena de fugas. Pero ya no se que pensar, porque este culebrón parece no tener fin. De nuevo se han recogido muestras del vertido, pero me temo que otra vez la Consejería de Medio Ambiente va a dar la callada por respuesta. ¿Sabrán realmente quien está vertiendo y lo ocultan? Mucha gente opina que sí.

Esta tarde la alcaldesa avilesina visitó la Ensenada de Llodero y vio el estado de los pedreros, llenos de manchas de alquitrán/fuel. Esperemos que actúe en consecuencia.

Y por si fueran poco estas desgracias, hace un par de días salieron dos noticias preocupantes: al Puerto se le da vía libre para que destruya las marismas de Recastrón y una empresa recibe autorización para usar de almacen una finca que está pegada a los travertinos (http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20071214/aviles/puerto-autoriza-contratacion-obras-20071214.html). Que mal huele todo esto.

Ante todo esto, cualquiera se pregunta qué podemos hacer: ¿huir de Avilés? ¿pegarnos un tiro de mierda? Pues no, luchar hasta el final. La historia juzgará severamente a la Autoridad Portuaria y al Ayuntamiento de Avilés por degradar la ría, pero a los ecologistas avilesinos nadie podrá recriminarnos nada.