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Blog dedicado a difundir las aves de la Ría de Avilés (Asturies, España), realizado por el Grupo Naturalista Mavea

viernes, marzo 12

El caso del delfín atrapao




Algunos recordaréis la truculenta historia del delfín atrapao en las obras del puerto gijonés del Musel el año pasao. Mavea hizo un seguimiento contínuo de aquel caso. El Cepesma hizo el ridículo en aquella ocasión, pero supieron venderlo a los medios de comunicación como una gran actuación. El caso es que hace unos días nos salen con una nueva patochada, afirmando que un delfín visto hace una semana en la Ría de Avilés era el mismo que el que estuvo en El Musel el año pasao: LNE, LVA1, LVA2. Lo dicen en base a una supuesta cicatriz en el costado derecho, cicatriz que no existe (ver foto del colega Xuán). Como nuestra respuesta salió en los medios muy recortada (LNE, LVA) y esta historia "acaba" ahora en Avilés, a continuación os relatamos los hechos:
En abril de 2009 dos delfines listados entran en las obras de ampliación de los diques del Musel y no consiguen salir de allí. No llegaron 11 ejemplares, como falsamente dijo el Cepesma a los medios de comunicación. Miembros del Grupu d´Ornitoloxía Mavea avisaron del hecho a las autoridades pertinentes de la Autoridad Portuaria y de la Consejería de Medio Ambiente, con el fin de que saquen a aquellos animales de allí, debido al avance de las obras y el consiguiente peligro de mortalidad. Por desgracia, no se nos hace caso y uno de los animales muere al mes siguiente. El otro continuó allí durante el resto de la primavera y el verano.
En el mes de julio, la asociación holandesa “The Bright Eyes Society” se preocupó por el estado del delfín, por lo que se puso en contacto con el mayor experto mundial en delfines: el estadounidense Ric O´Barry, famoso por haber sido el entrenador del delfín televisivo “Flipper”, y que actualmente se dedica a rescatar cetáceos (ver:
http://www.savejapandolphins.org/). Éste se mostró dispuesto a venir a Xixón para sacar al animal del Musel. Sin embargo, a pesar de la experiencia mundial del citado experto, inexplicablemente la Autoridad Portuaria prefirió encargar al Cepesma la liberación del animal.
Así, el 2 de agosto el Cepesma puso dos líneas de boyas con ultrasonidos separadas entre si unos cien metros (ese hueco grande se lo exigió la Autoridad Portuaria para que pudiesen pasar barcos), pero resultó que el delfín atravesaba cada poco ese hueco, es decir, pasaba de un lado a otro de la línea de boyas con frecuencia. El Cepesma quería que los ultrasonidos de estrés fuesen molestando al delfín a lo largo de los días, y se fuese alejando mientras ellos irían moviendo las líneas de boyas hacia afuera. Pero como el delfín entraba y salía por ese hueco tan grande del centenar de metros, seguía dentro de la zona de obras.
El 5 de agosto, Luis Laria (presidente del Cepesma) dice a los responsables de la entidad “The Bright Eyes Society” que se da diez días de plazo para ver como reacciona el delfín a los ultrasonidos, y así evaluar la eficacia de su sistema. Pero no fue hasta finales de agosto cuando retiraron esas líneas de boyas, viendo que no servían para nada.
Antes y después del intento del Cepesma, pescadores y naturalistas locales se ofrecieron para intentar sacar al delfín con el uso de sus propias embarcaciones y redes, pero la Autoridad Portuaria les denegó el permiso. Sin embargo, a pesar de la pérdida de tiempo que supuso el intento del Cepesma, la Autoridad Portuaria siguió sin querer saber nada de las propuestas de los otros colectivos, ni locales ni del experto americano. El 21 de septiembre la Autoridad Portuaria reconoció este fracaso, pero siguió apostando por la labor del Cepesma, que no volvió a hacer nada por sacar al delfín de las obras.
Afortunadamente, a finales de octubre el delfín salió por su propia iniciativa del recinto de las obras donde llevaba más de seis meses, y se mantuvo justo al otro lado del dique en obras, pero frente al mar abierto. Curiosamente permaneció allí más de un mes, y ya en diciembre desapareció de la zona.
Tras esta historia, que deja una vez más en entredicho las actuaciones del Cepesma, cuentan su irreal versión de lo acontecido, falseando de nuevo la realidad al afirmar que el animal tenía una cicatriz en el costado derecho y fue el mismo que se vio hace unos días en la ría avilesina. Pero no es así: el delfín que estuvo en El Musel no tenía marcas, como se observó muchas veces y se comprueba por muchas fotos.

3 Comments:

  • At 1:45 p. m., Blogger Nacho Vega said…

    Hola César:

    Menos mal que, en este caso, tenemos a "nuestro hombre en El Musel" que nos dió información de primerísima mano.

    Volviendo a los impresentables (no quito ni una letra) del CEPESMA. Hay que reconocerles un mérito: Venden el producto como casi nadie (hay una dura competencia del FAPAS). Por desgracia el común de las personas leemos los periódicos regionales, vemos las programaciones de las distintas televisiones y oímos las emisiones de radio. Algunos tenemos, además, la suerte de leer este blog. Porque, si nos tenemos que fiar de las réplicas que tienen a bien publicarnos los distintos diarios, vamos listos.

    Gracias.

    Nacho.

     
  • At 6:24 p. m., Blogger Iván Díaz Pallarés said…

    La verdad es terca terca, pero que bien sienta, que diría mi güelina. Yo todavía estoy buscando la pitón delante de mi casa en Montevil. Esto lo define muy bien una guapa palabra del castellano: astracanada.

     
  • At 9:37 p. m., Blogger Lorena said…

    Gracies a toos los que dedicais tiempu a esti blog, porque nun solamente nos engañen n'estes coses, sino n'otres munches coses peores.

     

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