Ayer se inauguró la ampliación del paseo que hay en la cola de la ría de Avilés (LNE, LVA1, LVA2). El primer tramo se abrió al público en el año
2005. Ahora se abre el siguiente tramo, que recorre desde el antiguo Hospitalillo de Ensidesa hasta La Marzaniella, cerca de Tresona, justo donde se bifurca el río Alvares (ver foto): un ramal viene de Tabaza y el otro del embalse de Tresona. En total son ahora 3,5 km de paseo, lo que nos hace adaptarlo a los censos quincenales de paseriformes que hacemos allí.

Esta obra tiene luces y sombras:

- Aspectos positivos:
Pone al descubierto una zona con patos que no podíamos visitar, lo que incrementa su número en varias decenas. Así, hoy contamos cerca de una treintena de cercetas y 1 hembra de ánade rabudo (rareza en esta ría; ver foto testimonial), además de azulones y gallinetas.



Por otra parte, se ven zonas con algo de
vegetación de interés, como una aliseda (ver foto) y un carrizal (ver foto).

















Se hizo algo de ingeniería ambiental para tratar de mejorar las escolleras de hormigón (ver fotos).











Al estar al lado de la industria, la gente puede comprobar los frecuentes vertidos que se producen (hoy olía fatal), así como ver tuberías que vierten porquería directamente (ver foto).



- Aspectos negativos:
Tuvieron un montón de meses de retraso en realizar la obra.
No hay servicios públicos por el camino, ni nada de cartelería educativa ( y eso que el encargado de la obra nos prometió que la iban a hacer y contarían con nosotros).
Dejan circular las bicis en una senda relativamente estrecha al ser compartida con los peatones, y no hay cartelería ni línea pintada que señale nada.

Destruyeron muchos árboles (ver foto de aliso), muchas isletas con vegetación palustre (ver fotos) y toda la
vegetación de ribera donde habíamos localizado repetidas veces huellas de nutria (ver foto), a pesar de que el encargado nos dijo que esa vegetación se iba a respetar, y luego nos enteramos que se andaba mofando incrédulamente de que allí hubiese nutria.

















Dragaron el cauce, pero debieron hacerlo a muy poca profundidad, porque ahora ya está todo lleno de sedimento (ver foto).