Esta mañana Iván Díaz Pallarés hizo dos prestosas observaciones en la Ensenada de Llodero:
- Gaviota enana: un ejemplar de 2º invierno de esta especie rarilla por aquí (ver fotos testimoniales suyas).
- Gaviota reidora con plumas blancas (creo que se llama esquizocroica): un rarísimo individuo con varias plumas blancas en el dorso (ver foto suya).
Mientras, estuve realizando un recorrido por el intermareal de la ría para el seguimiento que hacemos de los invertebrados y las algas. Entre los primeros, llama la atención el lento aumento de las anémonas por el canal de entrada del estuario, todas de la variedad "fresa" (ver foto). Algunas tienen un aspecto "sexi" (ver foto) ;-)
La quisquilla es cada vez más abundante (ver foto). En un charco de marea conté un centenar en sólo 1 metro cuadrado.
También aumentan las ostras, no sólo en número sino en tamaño. La de la foto anexa (una japonesa) medía 16 ctm de largo.
Las algas pardas siguen su proceso de extinción en el estuario. De Fucus vesiculosus sólo queda un reducto ya chuchurrío (ver foto) y de Fucus ceranoides una única zona amenazada por la expansión del puerto.
Por desgracia, a donde no llegan los pescadores, el mar se encarga de arrastrar su basura a todas partes, como el anzuelo y sedal de la imagen encontrados en Zeluán (ver foto).
Cambiando de tema, desde Mavea llevamos también un registro de las aves que encontramos muertas por la ría. La zona principal de concentración de gaviotas grandes son los tejados de la rula (= lonja pesquera), y por lo tanto es habitual encontrar por allí algunas muertas. El que aparezcan muertas en los tejados es síntoma de enfermedades, malnutriciones y otros problemas biológicos normales. En el suelo también las encontramos, pero normalmente atropelladas cuando bajan a las basuras (a pesar de que está prohibido dejar restos de pescao a la vista, éstos son continuos). Pueden aparecer atropelladas tanto dentro como fuera del recinto pesquero (ver fotos de hoy), pero el camarada Dani lleva desde el mes pasao viendo a un par de tipejos que van en coche intentando atropellarlas a posta. Al menos vió dos atropellos mortales. Les dio el toque verbalmente, pero se rien de él. Les cogió la matrícula y estamos a la espera de grabarlos en video para denunciarlos.
La quisquilla es cada vez más abundante (ver foto). En un charco de marea conté un centenar en sólo 1 metro cuadrado.
También aumentan las ostras, no sólo en número sino en tamaño. La de la foto anexa (una japonesa) medía 16 ctm de largo.
Las algas pardas siguen su proceso de extinción en el estuario. De Fucus vesiculosus sólo queda un reducto ya chuchurrío (ver foto) y de Fucus ceranoides una única zona amenazada por la expansión del puerto.
Por desgracia, a donde no llegan los pescadores, el mar se encarga de arrastrar su basura a todas partes, como el anzuelo y sedal de la imagen encontrados en Zeluán (ver foto).
Cambiando de tema, desde Mavea llevamos también un registro de las aves que encontramos muertas por la ría. La zona principal de concentración de gaviotas grandes son los tejados de la rula (= lonja pesquera), y por lo tanto es habitual encontrar por allí algunas muertas. El que aparezcan muertas en los tejados es síntoma de enfermedades, malnutriciones y otros problemas biológicos normales. En el suelo también las encontramos, pero normalmente atropelladas cuando bajan a las basuras (a pesar de que está prohibido dejar restos de pescao a la vista, éstos son continuos). Pueden aparecer atropelladas tanto dentro como fuera del recinto pesquero (ver fotos de hoy), pero el camarada Dani lleva desde el mes pasao viendo a un par de tipejos que van en coche intentando atropellarlas a posta. Al menos vió dos atropellos mortales. Les dio el toque verbalmente, pero se rien de él. Les cogió la matrícula y estamos a la espera de grabarlos en video para denunciarlos.
2 Comments:
At 12:32 a. m., Quique Carballal said…
Hola César.
Aprovecho ese comentario que haces sobre el atropello intencionado de gaviotas, para preguntarte si es delito o cómo se puede combatir la maldita costumbre de espantar los bandos en las playas. Ya no sólo de gaviotas, sino también de limícolas y otras especies protegidas.
Es una costumbre que tienen los veraneantes que visitan el pueblo de mi padre en Galicia, con el agravante de que actualmente el Chorlitejo patinegro ha vuelto a reproducirse en la zona y, dado que el espacio carece de protección legal, sólo veo la manera de atajarlo como molestias a la fauna.
En más de una ocasión llamé a la GC y sólo les faltó reirse de mí en mis narices.
Saludos.
Quique
At 3:37 p. m., El Yepa said…
Hola Quique:
La costumbre de espantar bichos en las playas que no están protegidas sólo se puede combatir con educación.
Respecto a especies protegidas a nivel nacional, como el chorlitejo, ahí si que debería actuar el Seprona, pero si encima está protegido en la Comunidad Autónoma la cosa sí que es grave.
Saludines del Yepaaaaaaaaaaaaaaaaa
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