Comenzó el paso postnupcial de limícolas. En los últimos días Dani y Jorge Valella ya registraron los primeros grupinos de correlimos, archibebes comunes juveniles y zarapitos trinadores.

Pero la noticia más importante de los últimos tiempos no estuvo en la Ensenada de Llodero, sino en la cola de la ría: está criando el ánade friso (ver foto). Era algo que sospechábamos desde hacía varios años, pero que sólo pudimos comprobar este año al abrirse al público el tramo más interno y mejor conservado de la cola de la ría. Es una especie rara como reproductora en Asturies, y sólo lo hace de forma más o menos regular en el embalse de La Furta.

Además, tuvimos otra magnífica cita: sigue el azulón portugués con nosotros. Llegó a finales de agosto del año pasao, le perdimos el rastro en otoño, esta primavera varias personas vieron uno con marca nasal que podía ser este bicho, y lo relocalizamos hace varios días.

Por lo demás, el número de familias de azulones va en aumento: 23. Es curioso ver como varían los rasgos de las madres a lo largo de los años: cada vez las hay con picos más oscuros y con terciarias más rayadas (ver foto).

También hay muchas gallinetas con familias (ver foto): llevamos 13.

De pajarinos, hay un macho de carricero común que se desgañita intentando atraer a alguna hembra, pero parece que no lo consigue.

Cambiando de bichos, estos días nos trajeron unas orgas de la mariposa esfinge calavera que nacieron en el tiesto de una ventana avilesina (ver foto).

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