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Blog dedicado a difundir las aves de la Ría de Avilés (Asturies, España), realizado por el Grupo Naturalista Mavea

miércoles, marzo 15





Siempre que se hable de aves hay que hacer referencia al estado de conservación de sus hábitats. Y es que en la ría de Avilés hay bastantes problemas ambientales. Uno de los más comentados es su saneamiento, pero la entrada en funcionamiento de la depuradora no parece una buena solución. La depuradora vierte directamente a la ría tras pasar por un tratamiento similar a un secundario (o eso parece, porque no nos dan información ni nos dejan visitarla). Periódicamente vierten espumas a la Ensenada de Llodero (ver foto). Dentro de unos años quieren tirar esta porquería mar adentro (a través de un colector), donde nadie pueda verla. Mientras, los vecinos aguantan los hedores.

Entre los problemas ambientales del estuario existen dos bastante graves: la amenaza de desaparición de Recastrón y la desaparición paulatina de la flora halófila.
La margen derecha de la ría avilesina mantenía buenas marismas hasta los años 50 del siglo pasado, cuando se construyó la empresa siderúrgica ENSIDESA (hoy Arcelor). Se desecaron y rellenaron las marismas, subsistiendo milagrosamente dos zonas: un banco de fangos de unas 8 hectáreas situado frente a la rula (que son los restos de las marismas de Recastrón) y la Ensenada de Llodero (unas 20 hectáreas junto al pueblo de Zeluán). Ésta última fue declarada Monumento Natural por la administración asturiana, pero sobre Recastrón pesan graves proyectos de ampliación del puerto. La Autoridad Portuaria avilesina quiere dragar estos fangos y construir muelles, pero la falta de dinero parecía un freno importante, hasta que hace poco el presidente Zapatero prometió financiación para esta obra, por lo que la supervivencia de la zona está muy difícil. Nosotros enviaremos una queja al Parlamento Europeo, pero nos tememos que la decisión será totalmente política. Si como dan los sondeos, el PSOE pierde las próximas elecciones, la nueva situación política podría hacer que esa promesa de dineros se la llevase el viento, pero esto son sólo especulaciones. Cualquier político con un mínimo de sensibilidad ambiental jamás permitiría que se este lugar desapareciese, pero la política ambiental de nuestras instituciones está bajo mínimos (siendo generosos).

Siempre hubo vida en Recastrón, pero desde que ENSIDESA cerró algunas instalaciones y mejoró sus sistemas de depuración en la década pasada, aumentó espectacularmente el número de invertebrados que viven en esos fangos, y con ellos las aves. Esa zona ya no sufre las frecuentes mareas negras de tinol y otros aceites y grasas utilizados en las acerías, pero de vez en cuando hay escapes y aparecen aves petroleadas. Hoy había una Gaviota Sombría con el vientre negro, aunque no parecía haber vertidos en la ría.

En la zona de Zeluán uno de los problemas más graves es la pérdida de diversidad vegetal. Allí hay cuatro especies protegidas por la legislación asturiana: una de ellas (Crucianella maritima) acaba de quedar afectada por las obras de saneamiento de Zeluán; otra (Reichardia gaditana) es pisoteada por los bañistas que irresponsablemente toman el sol y algunos se bañan en las aguas contaminadas de la ría; otra (Limonium vulgare), con sólo tres localidades conocidas en Asturies, desapareció impunemente de la zona, por culpa de la erosión ocasionada por las obras de dragado próximas que realizó la Autoridad Portuaria hace 5 años; la cuarta (Sarcocornia perennis) está disminuyendo debido a ese efecto erosivo y a la traída de piedras por la marea (ver foto). Pero encima de esto, la Ensenada de Llodero era el único lugar de Asturies donde vivía una variedad de la especie Salicornia dolichostachya nidiformis), que no estaba protegida en nuestra comunidad autónoma, y que desapareció a la vez que L.vulgare. La solución a esto pasa porque la Dirección de Recursos Naturales de la Consejería de Medio Ambiente asturiana y la Autoridad Portuaria avilesina se pongan manos a la obra y hagan una actuación que evite que las plantas sigan siendo arrastradas por la marea. Ambas instituciones conocen de sobra el problema, pero llevan 5 años mareando la perdiz.

A todo esto se une la falta de educación de algunas personas que visitan el enclave, molestando a las aves, incumpliendo las normas que regulan el Monumento Natural, o destrozando el mobiliario, como ocurre con la caseta de observación de aves de San Balandrán, donde los adolescentes destrozaron la puerta, los bancos, una pared, y la utilizan para los botellones del fin de semana.




 
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