El pasado fin de semana hizo sol y ocurrió lo que nos temíamos: nos volvieron a destruir la protección que pusimos para la planta Reichardia gaditana. Una vecina nos dijo que lo hacen los que vienen a tirarse al sol. Y por culpa del pisoteo de la gente, apenas quedan ya plantas (que recordemos están protegidas por la legislación asturiana).
Y es que los días veraniegos de sol, algunos ornitólogos preferimos ya no acercarnos a Zeluán pa no ponernos de mala hostia, pues muchos veraneantes hacen lo que les da la gana: pisoteo de vegetación protegida en las dunas y pedrero, paseo y persecución de las aves con perros sueltos, deterioro del paseo y del observatorio de aves, tiran basura por doquier, pescan, marisquean. La Consejería de Medio Ambiente es consciente de esta situación y no piensa hacer nada: nos dicen que llamemos al Seprona. ¡Pero si ya lo hacemos y no dan a basto! Una sola patrulla tienen que vigilar desde la Ría del Nalón hasta cerca Xixón, por lo que no pueden estar todo el día en la Ría de Avilés. De pena y dolor.
Otro problema es la desaparición de las algas. Ya comentamos aquí que se cree es debido al cambio climático, por calentamiento del Cantábrico. En la siguiente foto realizada en enero podéis ver la próspera comunidad de Fucus vesiculosus de una roca del Emballu; la siguiente foto fue hecha hace un par de días en la misma roca. Sin comentarios.
Más problemas: los esquilmadores de invertebrados. Si ya hay muchos pescadores buscando cebo a lo largo del año, en verano se multiplican, esquilmando todo molusco, gusano y quisquilla/cangrejo que ven. Por eso, me parece increíble que aún haya algunas especies que estén en aumento, como las sapas (ver foto) y las anémonas (ver foto).
Otro problema: la eliminación de plantas invasoras. Por experiencia sabemos que todos los años hay que hacer un repaso para quitar los nuevos ejemplares que van colonizando las dunas. Tenemos problemas con las yucas, pero nunca pensamos que iban a ser peor las acacias (Robinia pseudacacia): por cada una que quitas salen varias más. Un caso extremo: en sólo 11 días, salió una en el pedrero nuevo de Zeluán (ver foto) y mide unos 15 centímetros (¡más de 1 ctm. al día!).