La mortalidad de araos no cesa (ver fotos): aunque acabó la racha de temporales seguidos y ya llegan menos

individuos, aún siguen arribando aves débiles a pesar de llevar diez días de mar relativamente buena (aunque hoy volvió el temporal). Incluso en la ría de Avilés alcanzamos el triste récord de aves muertas en una sola jornada: 28 ejemplares, de los que 24 eran araos. Sin lugar a dudas, esta es la peor mortalidad de araos registrada nunca en Asturies (y quizás en la península ibérica).

Otros álcidos son escasos (ver foto de alca).

Una gaviota tridáctila vino a la playa de Zeluán a morir (sus pies por debajo tienen manchas naranjas, ver fotos). Curiosamente, ésta no estaba delgada (como pasa con algunos araos).

Por aquí siguen la gaviota polar y el colimbo ártico (ver fotos de Roberto).

Llegó otro colimbo grande adulto (ver foto).

Hay buenos bandos de cormorán grande (ver foto de Fran), lo que podría indicar paso prenupcial.

Del resto de bichos no hay novedades: los somormujos lavancos están nupciales (ver foto de Fran), siguen los chorlitos grises (ver foto), la aguja colipinta (ver foto), los archibebes claros (ver fotos de adulto y 1º invierno),  la gaviota cáspica Irina (ya tiene las patas amarillas, ver foto), hay paso de gaviotas cabecinegras (ver foto de Roberto, con una reidora a la derecha). Entre las gaviotas patiamarillas, hay una joven que lleva aquí desde el pasado mes de septiembre (ver foto); la conocemos por tener el ala izquierda colgando; a esta superviviente la llamamos "Milagros".

P´acabar, podéis ver el último número de la revista Maresía aquí.

Los temporales dejaron una sorpresa esta semana: un paíño común dentro de la Ensenada de Llodero (ver

fotos de Luis Rodríguez Torres y de Roberto Menéndez Ferre).

Además del paíño apareció una gaviota tridáctila muy débil (ver fotos, la primera de Roberto).

También entró un falaropo picogrueso (ver foto de Roberto).

Es curioso durante las granizadas ver a las aves orientadas pico a nube (ver fotos, la primera de Fran).

La gaviota polar sigue por aquí. Con las buenas fotos que tomaron Iván y Roberto, llegamos a la conclusión

de que lo más probable es que este ejemplar pertenezca a la subespecie nominal, aunque queda la duda de que pueda ser un individuo clarito de la población canadiense.

Los cormoranes grandes andan en celo (ver foto). Entre ellos apareció uno británico que ya nos visitó el año pasao (ver foto).

Siguen un par de gaviotas canas por aquí (ver foto).











En la cola del estuario reapareció el azulón portugués (ver foto de David).

En la misma zona se estableció un dormidero de garzas (ver foto de David).

Especial mortalidad de aves marinas

Estas semanas de temporales seguidos están ocasionando una de las mayores mortalidades conocidas de aves marinas en el norte ibérico, desde Galicia a Euskadi. Seguramente al final las bajas se contarán por decenas de miles. La situación es preocupante porque la mayoría de las muertes ocurren en álcidos, sobre todo en araos. Para esta especie quizás sea más grave que cuando el accidente del Prestige. El compañero Jorge Valella ha registrado récords de araos cercanos a la costa, huyendo de las malas condiciones mar adentro. Así, dentro de la ría de Avilés nunca tuvimos de forma continua varios ejemplares como últimamente. En las playas vecinas los cadáveres diarios se cuentan por decenas (más de 40 en un solo día y lugar). El buen trabajo del compañero Fran Baena metió a Mavea en el proyecto atlántico FAME, cuyos resultados finales serán escalofriantes, porque si la situación es mala aquí, imaginaros lo que ocurre en el entorno de las Islas Británicas, donde la situación meteorológica fue peor. La población reproductora de araos en Europa va a sufrir un tremendo bajón esta próxima primavera. Y es que nunca habíamos registrado tantos araos en plumaje nupcial muertos como estas semanas. Tremendo.

Algunas personas se llevan a casa ejemplares vivos que aparecen en las playas, conscientes de que tienen pocas posibilidades de sobrevivir, pero que hay que intentarlo. Todos están muy delgados y las lesiones internas son difícilmente recuperables.

Somos concientes de que el centro de recuperación de la Administración Asturiana no posee las condiciones necesarias para albergar esta marea de ejemplares, de que a pesar del despliegue ocurrido hace 11 años cuando el Prestige, seguimos sin tener infraestructura básica para atender a la fauna marina. Hay que

recordar que hace 7 años Mavea presentó a la Administración regional un proyecto para crear un centro de recuperación de fauna marina, con terrenos y apoyo de una empresa, pero la Consejería de Medio Ambiente dijo que no, que cuando abriesen el centro de recuperación de Sobrescobiu no se llevarían más animales al zoo de Cangas de Onís ni al centro del Cepesma en Lluarca. Pero 7 años después de nuestra propuesta la situación sigue igual, con el centro de Sobrescbio cerrado, mientras los bichos continúan llevándose a la vieja piscifactoría de L´Infiestu y a Lluarca. Así nos va.

Podéis ver una noticia de prensa aquí y un reportaje en la televisión regional aquí.

La observación de la semana fue el colimbo ártico que Roberto e Iván vieron en la bocana (ver fotos de

Roberto). Es la segunda aparición de esta especie en la ría.

La gaviota polar sigue por aquí (ver fotos de Ignacio Súarez Bertrand).

Otro arao entró en el interior del estuario (ver fotos de Roberto).

Iván vio una gaviota cana con la muda retrasada para estas fechas (ver foto).

Otras imágenes de la ría de estos últimos días:

- Gavión malencarao (ver foto de Iván).











- La pareja de zarapitos trinadores invernantes (ver foto de Fran).

- Andarríos chico aún con terciarias juveniles sin desgaste (ver foto de Fran).









- Cormoranes moñudos (ver foto de David).

- Bichos en La Llera (ver foto de Fran).












- Bichos en Rodiella (ver foto de Fran).

De pajarinos, Roberto capta una alondra en vuelo (ver foto), Fran un bisbita común (ver foto) y David un colirrojo tizón (ver foto).

Los praos se llenan de margaritas (ver foto de David), lo que indica que no hay invierno que cien años dure.