La foto-identificación es una herramienta muy útil para hacer un seguimiento fino de un animal determinado. En la ría de Avilés lo hacemos con algunas especies, como patos, garzas y cormoranes, y a veces limícolas, gaviotas y otras. Al analizar las fotos de cormoranes juveniles del último día, me parecía que ya había visto uno de esos plumajes no hace mucho. Revisando las fotos, este ejemplar salía en algunas imágenes desde el día 16 de junio, lo que indica que es el cormorán grande juvenil más tempranero registrado en Asturies (se adelantó aprox. un mes).

Como tenemos fotos de unos cuantos ejemplares, hoy los seguí hasta el dormidero de la mayoría de ellos (el embalse de La Granda), donde reconocí algunos individuos (los dos de abajo en la foto los vi en la ría hace dos días).

Pero los beneficios de la foto-identificación no acaban aquí: hoy apareció por la Ensenada de Llodero una espátula de 1º ver. (ver foto). Gracias a las imágenes sacadas esta primavera, pudimos identificar este ejemplar como el mismo que estuvo por aquí el mes pasado durante varios días. Dejó de verse el día 21, por lo que suponemos que durante estos diez días intermedios se fue a otro humedal cantábrico (o un poco más al norte), donde no encontró lo que necesitaba, y regresó a comer cangrejos a esta ría.

Así, se demuestra la importancia de hacer bastantes fotos en diferentes posiciones a las aves a estudiar.

Por otra parte, hoy en la ría había algunas novedades:

- Cormorán moñudo: 1 juvenil. Este año sólo habíamos visto uno un único día en primavera. Esto se debe a que este año la reproducción está muy retrasada respecto a otras temporadas.

- Garza real: a las 19:50 h. llegan dos juveniles en migración y se posan en la Ensenada (primeros de la temporada; ver foto).

- Garceta común: 1 ad.

- Gaviotas reidoras: 277 ex.

- Gaviotas cabecinegras: al principio sólo 2 ex., pero fueron entrando y llegaron a 9 ex. (1 ad., 3 de 2º ver. y resto de 1º ver.).

- Gaviota sombría: en La Llera aparece un juvenil con características de esta especie (ver foto). No es fácil de diferenciar de las patiamarillas residentes (cuyos pollos aún no están volando, y además este año la cría va retrasada), y al no verle el ala abierta no podemos asegurar la cita, pero sí es muy probable. Podéis distinguirla de los jóvenes de patiamarillas mediterráneas que ya andan por aquí: fijaos en el perfil de la frente y en la tonalidad de las cobertoras alares (ver foto).