


La historia


Cuando llego al observatorio de San Balandrán, me encuentro con Gabriel Martín, que ya llevaba un rato controlando los bich


Tiro de móvil p´avisar a los colegas, y al poco llegan algunos; el primero Dani (por supuesto) y al rato Juancar (ver foto). Pero el cabrito de Dani tiene imán pa las rarezas. Nada más llegar, se me cruza una imágen en el telescopio y el grito a Dani es considerable: ¡Audouin, por fin! (ver foto y video). Abrazos y esas cosas.
Esta especie tiene varias observaciones en Galicia y Euskadi, pero no en Asturies; Dani y yo siempre decíamos que no era justo que no cayese alguna por aquí, porque mira que nos dejamos los ojos mirando pa les gaviotes. El día hoy no puede ser más redondo.
En el video se oye a Dani decir que habría que verle las cobertoras primarias por si fuese un 3º ver., y al poco abre las alas y se confirma lo que Dani sospechaba.
Al rato de disfrutar de estas 3 rarezas juntas, aparece el depredador de turno pa revolucionarlos a todos: un macho de gavilán (ver foto). Y la Audouin, así como llegó de la nada, desapareció de igual manera. El resto de los bichos fueron regresando al pedrero en cuanto marchó la rapaz. Asique el colega Juancar y los que pasaron más tarde (Ángeles, Jorge Valella) no pudieron disfrutar de la Audouin. Una pena, pues las rarezas se disfrutan mejor cuando las ven los colegas. Pero nadie quedó decepcionado, porque la picofina sí aguantó hasta el final del día.
1 Comments:
At 1:11 p. m.,
Antonio Sandoval said…
¡Enhorabuena, César! Vaya jornada tan intensa, qué envidia. Un abrazo.
tñt
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